La vida útil de una puerta dependerá del mantenimiento que se le dé a la misma.
En este sentido, es importante considerar las siguientes recomendaciones:
- Realiza una limpieza periódica que no supere los 12 meses en todos los elementos de la puerta que sean visibles. Para esto se recomienda usar un paño de algodón impregnado en agua tibia y limpia para luego frotar sobre la superficie.
- Evita usar elementos punzantes, abrasivos, cortantes así como detergentes, disolventes agresivos y ácidos ya que pueden dejar manchas en las puertas difíciles de quitar.
- Luego de limpiar una puerta, es bueno lubricar aquellas piezas de la misma que se encuentran en situación de fricción como las fallebas, compases, railes y bisagras.
- Es importante mantener libres los agujeros practicados que se encuentran en la parte de arriba del cerco, esto con la finalidad de que el agua que cae en la superficie corra fácilmente.
Otras recomendaciones
- Chequea visualmente cualquier novedad en los vidrios.
- Verifica a través del tacto, la situación de los sellados; los mismos pueden agrietarse o resecarse pues tienen una vida útil determinada, en este sentido, al dañarse habrá que cambiarlos o repararlos.
- Inspecciona los puntos de los encuentros con los materiales para descartar alguna falla.
- Supervisa los elementos que son practicables, es decir, el funcionamiento de estos debe ser el adecuado.
- Revisa los perfiles, ya que estos no deben presentar golpes, ralladuras o roces.
- Observa las juntas entre los perfiles y los vidrios.
Cuidados especiales en la instalación
Verificar el adecuado amarre, sobre todo en los ejes superiores encargados de soportar todo el peso de la puerta.
Asegura la estanqueidad, aislamiento y limpieza del sistema eléctrico, ya que es receptor del mando de la cerradura a distancia.
Confirma el sistema de seguridad por cada célula fotoeléctrica. Esto se logra limpiando lentes del emisor así como el elemento reflector que debe funcionar adecuadamente.
Engrasa y limpia guías laterales, tomando especial atención de evitar la acumulación de polvo y suciedad en el suelo.
Engrasa el piñón y lubrica las cadenas, verificando la carcasa de protección en el cable, puntos de amarre, motor, etc.
Cuando se trata de instalaciones particulares, asegurate de conocer muy bien el sistema de accionamiento y desbloqueo según el manual de la puerta, en caso de falta de energía eléctrica o avería.
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